En primera línea apunta la introducción de este concepto a que los productos biotécnicos no sean subsumidos sin previa reflexión bajo el concepto naturaleza y que naturaleza y vida sean equiparados.
Filosóficamente este concepto plantea la pregunta, si el fenómeno crecimiento puede ser entendido como una clara diferencia de la naturaleza entre técnica y arte.
Por tanto los biofactos son artefactos biológicos, están vivos y muestran su carácter de híbridos.
[6] Este concepto también ha sido asimilado en el estilo artístico del bioarte pero sin utilizar su potencial crítico.
La primera aparición comprobada del concepto "biofacto", con un sentido argumentativo distinto, se encuentra según Nicole C. Karafyllis en el artículo "Biofacto y artefacto" impreso en 1943/1944 en la revista especializada en microscopia "Mikrokosmos", escrito por el protozoólogo vienés Bruno M. Klein.
En un artículo (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).