B. latifrons alcanzaba una altura a los hombros de 2.5 metros y pesaba unos 2000 kilogramos.
Compite con el "búfalo gigante" Pelorovis por el título del mayor bóvido que haya existido.
[3] De hecho, B. latifrons es posiblemente el mayor bóvido conocido en el registro fósil.
[8][9] Se cree que este gran herbívoro vivía en pequeños grupos familiares, paciendo en las Grandes Llanuras y también devorando hojas en los bosques de Norteamérica.
Los grandes y gruesos cuernos de los machos pueden haber sido empleados como un elemento disuasorio contra los grandes carnívoros como el felino dientes de sable Smilodon[10] y el oso de cara corta,[11] y también para establecer la jerarquía en peleas con otros machos por el derecho a aparearse.