Blanca era una moneda de vellón castellana, de origen medieval y utilizada durante todo del Antiguo Régimen, que valía medio maravedí; cuatro blancas eran un ochavo y ocho un cuarto.
Desde 1497 (segunda reforma de los Reyes Católicos) pasaron a cambiarse 68 por un real.
En los reinados posteriores no se volvieron a emitir.
[1] Era de tan poco valor que "no tener ni blanca" o "estar sin blanca" pasaron a ser frases hechas con el significado de "no tener dinero" o "ser pobre".
Se denominaba así por el color blanco que adquiría por una operación de blanqueo especial tras su acuñación, que las hacía asemejarse a la plata.