Blanca Ochoa de Molina

En 1941 se crea el Instituto Etnológico Nacional, institución de carácter investigativo fundada por Paul Rivet y Gregorio Hernández de Alba y adscrita a la Escuela Normal Superior, donde Blanca Ochoa se forma como etnóloga.

Actualmente en su municipio natal, Fredonia se encuentra el Museo “Blanca Ochoa de Molina”.

Sin embargo, Blanca tenía un gran interés en estudiar, así que logró entrar en la Normal de Señoritas de Medellín, en esta escuela recibió una educación católica y conservadora; sin embargo en 1930 con el cambio de gobierno a uno liberal, la educación que se regía en su escuela cambio, impartiendo contenidos académicos que eran reservados para los hombres.

[1]​ Así se entiende que Blanca tenía un especial interés en equilibrar su investigación académica con la influencia e intervención social en las poblaciones indígenas de Latinoamérica.

La perspectiva epistemológica de Blanca Ochoa se sustenta en la etnología difusionista y el indigenismo orgánico, dichas corrientes tuvieron gran relevancia dentro del Instituto Etnológico Nacional (IEN) y el Instituto Indigenista Colombiano.

[1]​ Aquí son recurrentes los temas sobre el despojo, la explotación y las políticas latifundistas que llevaron a la pérdida de los territorios comunitarios, donde además se les designaron las tierras menos fructíferas a los indígenas, mientras que los colonos se apropiaron de los terrenos más fértiles.

Muchos cultivos han tenido que ser abandonados porque ya la tierra no los produce” (García, Jiménez y Ochoa.

En esta ocasión describe el estado de las comunidades indígenas del Perú, mencionando su medio geográfico, población, base económica y organización social.