San Blathmac, nombrado también como Blaithmaic o Blaithmale,[1] fue un monje irlandés de la Edad Media.
Su nombre fue latinizado como Florentius (por el hecho de que la palabra irlandesa blath significa flor).
San Blathmac se negó a revelar donde se ubicaba el sepulcro de San Columba que, de hecho era el objeto del saqueo, por lo que fue despedazado a los pies del altar.
Su cuerpo fue enterrado posteriormente con solemnidad en el lugar del martirio y, según la tradición, a través de su intercesión han ocurrido numerosos milagros.
La hagiografía hecha por el abad Strabo se encuentra en el Florilegium Insulæ Sanctorum de Messingham.