Blesila enviudó a los 18 años, e inicialmente disfrutó de su libertad como viuda, pero tras una fiebre que puso en peligro su vida, se convirtió en «una mujer cambiada»[2] y una asceta severa, practicando el ayuno como disciplina espiritual.
Tal extremo ayuno la debilitó dramáticamente y murió apenas cuatro meses después, a la edad de 20 años.
Con el tiempo, Jerónimo abandonó Roma, junto con la madre y la hermana de Blesila, para vivir como asceta en Tierra Santa.
Escritores e investigadores modernos han relacionado a Blesila con el trastorno alimentario de la anorexia nerviosa.
[7] Jerónimo, que propugnaba el ascetismo y el ayuno extremo como prácticas espirituales pues creía que ayudaba a sus discípulos a controlar su carne y centrarse más en Dios, la reprendió por «su vida frívola».
[10] Los historiadores Finley Hooper y Matthew Schwartz han descrito que la muerte de la joven provocó una «amarga controversia» en Roma.
[11] Según Salisbury, muchos en Roma estaban indignados por la prematura muerte de Blesila y culparon a Jerónimo.
[1][10] Cruz reportó que Jerónimo tradujo el libro del Eclesiastés a petición de Blesila.
[14] Escritores e investigadores modernos han relacionado a Blesila con el trastorno alimentario de la anorexia nerviosa.
[16] Los investigadores Martine Docx y Paul Govaert describieron a Blesila como «probablemente el primer caso del que haya registro de muerte por anorexia»[17] y como «la primera víctima de anorexia nerviosa, descrita en la literatura».