Es conocido principalmente como piloto de exhibiciones aéreas, en las que voló durante casi 50 años hasta su retirada en el 2000.
Destinado al escuadrón de caza 98, donde realizó su entrenamiento avanzado pilotando el Curtiss P-40K.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hoover fue enviado a Casablanca, donde su primer cometido importante fue probar los aviones recien construidos y listos para el servicio.
Más tarde fue asignado al 52.º Grupo de Cazas equipado con el Supermarine Spitfire en Sicilia.
Posteriormente, los hombres consiguieron hacerse con bicicletas y recorrieron varios kilómetros antes de encontrar un aeródromo que aparentemente se hallaba abandonado.
Hoover, siendo piloto, comenzó a inspeccionar los aviones, pero todos parecían dañados e incapaces de volar.
Un mecánico alemán los sorprendió y les ordenó que se detuvieran, pero inmediatamente se encontró con un arma apuntándole mientras Hoover le ordenaba que arrancara el motor del avión.
Ni siquiera rodó hacia la pista, simplemente aceleró y despegó cruzando un campo.
Hoover no tenía paracaídas y estaba en un avión enemigo volando hacia las líneas aliadas, sabiendo que sería un blanco fácil para un piloto de combate estadounidense o británico.
Ni siquiera tenía un medio para saber si había llegado a territorio aliado; simplemente sabía que debía buscar los molinos de viento de Holanda y aterrizar cuando los viera.
Finalmente, un camión de suministros británico pasó por el lugar y Hoover pudo explicar quién era.
También voló de apoyo para el 50.º aniversario del vuelo a Mach 1 en un General Dynamics F-16 Fighting Falcon.
El Mustang de Hoover (matrícula N2251D) fue comprado por North American Aviation a Cavalier Aircraft Corp.
Un segundo Mustang (N51RH), más tarde llamado "Ole Yeller", fue comprado por North American Rockwell a Cavalier en 1971 para reemplazar el avión anterior, que fue destruido en un accidente en tierra cuando una botella de oxígeno explotó al ser llenada por encima de su capacidad.
En 1997, Hoover vendió "Ole Yeller" a su buen amigo John Bagley de Rexburg, Idaho.
"Ole Yeller" aún vuela con frecuencia y tiene su base en el Legacy Flight Museum en Rexburg.
Hoover convenció a Lindbergh para que asistiera como su invitado al simposio y banquete anual de la SETP en el Beverley Hilton.
En el acto principal se les unió Neil Armstrong, quien acababa de terminar la cuarentena tras la misión Apolo 11.
También era conocido por crear la acrobacia que consiste en verter con éxito una taza de té mientras se realiza un tonel a 1G.
Hoover pensaba que el éxito en el manejo de la complicada emergencia debería haber convencido a la FAA de que no había perdido ninguna habilidad.
El elemento principal presentaba un Rockwell Sabreliner, similar a otro avión que Hoover voló durante exhibiciones aéreas, junto con dos F-16 Fighting Falcons del equipo acrobático Thunderbirds de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y un Canadair CT-114 Tutor del equipo acrobático Snowbirds de la Fuerza Aérea Real Canadiense.
Había suficiente avgas en el sistema de combustible para que la aeronave pudiera rodar hasta la pista y despegar, pero luego el combustible de aviación a reacción fue aspirado por los motores, causando su parada.