En su paso por clubes, en particular en Everton, su juego era relativamente insatisfactorio, pero anotaba mucho.
Sin importar su altura (más de 180 cm) era muy rápido en distancias cortas.
Fue transferido del Birmingham City al Everton por £350.000, cifra récord en Inglaterra en esa época.
Lo más cerca que estuvo de ganar una medalla en Everton fue siendo finalistas en la Premier League en 1977.
Dejó el Everton para irse al Swansea en 1981, marcando un triplete en su debut por los swans.