Este lienzo tiene la referencia 93 en el catálogo razonado y crítico, realizado por la historiadora del arte Odile Delenda.
La composición consta de cuatro membrillos —de tamaño natural— sobre una bandeja metálica y, en primer término a la derecha, un paño blanco.
La factura pictórica y la composición de las cuatro frutas sitúan la tela en los años treinta del siglo XVII —relacionable con Bodegón con cidras, naranjas y rosa— si bien Gabriele Finaldi propone los años de la segunda estancia del pintor en Madrid (1645-1662).
[5] Los membrillos están representados de forma concisa pero contundente, y el grueso empaste les confiere una gran calidad estética.
El brillo metálico del plato de peltre crea un bello efecto, al reflejarse sobre el paño blanco.