El cuerpo fructífero aflora de verano a otoño y es bastante frecuente.
El epíteto específico "chrysenteron" significa, en latín, "con carne dorada".
[1] El cuerpo fructífero del Boletus chrysenteron posee un sombrero de entre 3 y 12 centímetros de diámetro, hemisférico o convexo, que toma una forma más aplanada e irregular en los ejemplares menos jóvenes.
La cutícula es seca y mate, aterciopelada en los ejemplares juveniles, y de color pardo o pardo verdoso, que se agrieta con mucha facilidad.
Los tubos de los ejemplares jóvenes son amarillo pálido y van tomando un tono amarillo verdoso al madurar la seta, que se vuelve azul al tacto.