Bononio, nació en Bolonia, fue discípulo de San Romualdo.
Éste le envió a predicar en Egipto y Siria.
Allí asistió a la veneración de los cristianos del lugar que construyeron algunas iglesias.
Bononio volvió a Italia después de predicar por el Sinaí como eremita, y fue nombrado abad del monasterio de Lucedio.
En Lucedio, puso una seria disciplina entre los monjes y la población de los alrededores.