Bosquejo de una teoría de las emociones

Estima en este sentido que "el psicólogo se niega absolutamente a considerar a los hombres que le rodean como sus semejantes", noción que en su criterio podría ser considerada por los psicólogos como "irrisoria y peligrosa" y a partir de la cual podría tal vez edificarse una antropología.

Considera que el método psicoanalítico prefiere "lo accidental a lo esencial, lo contingente a lo necesario, el desorden al orden; es rechazar, por principio, lo esencial hacia el porvenir", en la que "su única meta consiste en acumular conocimientos fragmentarios".

A partir de este marco conceptual Sartre analiza la alegría, la tristeza, la ira como formas que el ser humano adopta irreflexivamente con el fin de adoptar una posición distinta ante el mundo que le permita hacerle frente en una forma más fácil o conveniente.

Señala por ejemplo que "El sujeto que busca la solución de un problema práctico se halla fuera, en el mundo; aprehende el mundo a cada instante, a través de todos sus actos.

Cuando el ser humano se encuentra ante un mundo urgente y difícil no puede dejar de actuar (en esta medida incluso la evasión es una actitud en la que se elimina artificialmente el problema).