Existe una gran variación entre estos barcos, algunos han evolucionado a partir de los tipos de embarcaciones tradicionales, mientras que otros tienen un aspecto más improvisado.
Este motor se monta invariablemente en un polo con forma de torrecilla interior que puede girar 180 grados, lo que permite la dirección de la embarcación por empuje vectorial.
Esta flexibilidad simplifica la construcción y el mantenimiento al tiempo que sacrifica la eficiencia y el confort que se pueden esperar de un producto típico producido en masa.
El control se logra moviendo el motor con una palanca unida al lado interior.
Debido a eso, algunos navegantes han reemplazado los botes de cola larga por lanchas rápidas, las cuales les ofrecen mayor capacidad de transporte y mayor velocidad.