Brams o la komedia de los herrores

Se sabe de su existencia porque Sugrañes constantemente discute con él acerca del guion, la música y otros temas.

Señor Sufré: Es el encargado de escenografía, quien a dos días del estreno no la había comenzado.

En su primera aparición se le ve como un niño, y está jugando al escondite.

“Sugrañes: (Tocando la pared) un, dos, tres, por el Señor Sufré que está detrás de la butaca”.

La tan esperada subvención del FONDART no llegó, y su segundo y único actor de su elenco (además de él mismo), le comunica vía telefónica que no participará en la obra por tener estar grabando una teleserie en Venezuela, desvinculándose.

Finalmente pese a muchas adversidades llega el día del estreno que comienza en un caos, pero todo parece comenzar a iluminarse cuando Sugrañes dice su discurso terminando con el infame “Febril” y Manuel responde apareciendo en escena y arrodillándose: Salud Rey de Escocia.

En esta comedia los artistas invitan al público a ser testigos de su propia desdicha.

La obra fue creada bajo el eslogan: Hay que salvar a la humanidad de una depresión segura.