También es conocido por protagonizar la película Orfeo negro, de Marcel Camus, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1959 y los premios Oscar y Globo de Oro a la mejor película extranjera en 1960, e internacionalizó la música popular brasileña.
Sin ser especialmente dotado, llegó a jugar en el Santos junto al astro Pelé, pero aún estaba en el Fluminense de Río cuando Camus lo reclutó para su película.
Actuó en varias películas más a lo largo de su vida: Os vencidos (1963), Rata de puerto (1963), O Santo Módico (1964), O Negrinho do Pastoreio (1973), Prisoner of Rio (1988).
Vivió sus últimos años pobremente y solo en una humilde casa del barrio Tristeza de Porto Alegre, pero antes de terminar sus días su vida experimentó un segundo giro de la fortuna en 2005, de nuevo gracias al personaje de Orfeo: los directores de cine René Letzgus y Bernard Tournois consiguieron localizarlo tras una ardua búsqueda para que participara en su película À la recherche d’Orfeu negro (En busca de Orfeo negro), documental que explora la repercusión social que ha tenido Orfeo negro en Brasil hasta la actualidad.
Allí pudo reencontrarse con Pelé, circunstancia que lo emocionó especialmente.