En la versión más potente, denominada comercialmente Fighter S, el motor ha sido mejorado hasta exprimir 660 cv a altas velocidades, usando el efecto de aire forzado.
Aunque se publicaron algunos bocetos y modelos a escala anteriormente, no fue sino hasta mayo de 2003 cuando se pudo contemplar la primera unidad completa del Fighter.
En 2006, Bristol anunció el Fighter T, una versión con turbocompresor del Fighter con un motor V10 modificado que llega a producir la cifra de 1026 cv y 1405Nm de torsión a 4500 rpm.
Este hecho lo convierte en el primer automóvil de producción con un motor turbo V10.
Cuando el Fighter T entró en producción, era aún más potente que el Bugatti Veyron, que se vendía con la cifra de 1001 CV, aunque no serían suficientes para sobrepasar al SSC Aero de 2007.