A partir de ese momento se ganará la vida como un imitador de Elvis más, hasta que se rompe la cadera durante un espectáculo.
Años después de este suceso, un avejentado Elvis se encuentra recluido en una residencia para ancianos, todavía con la identidad del difunto Huff.
Sabiendo que nadie creerá su historia, debido a que es considerado un mentiroso o un delirante por las autoridades del hospicio, Elvis decide enfrentarse en un duelo final con la malvada momia.
Pero no estará solo, pues cuenta con la ayuda de Jack, un residente negro, que afirma ser John F. Kennedy y haber sobrevivido a su asesinato, para encontrarse con que los servicios secretos de su país lo traicionaron, metiendo su cerebro en ese cuerpo.
Juntos, los dos parias del hogar para ancianos lucharán por acabar con su milenario enemigo.