[1] En la actualidad, la mayor cantidad de escuelas budistas en territorio chileno son zen y tibetanas.
El establecimiento de un budismo practicante en Chile tiene diversos orígenes y se remonta al siglo XX, siendo una religión en Chile de origen más reciente en comparación al cristianismo mayoritario e histórico en todas sus confesiones, seguido muy por detrás del judaísmo y el islam — las tres religiones abrahámicas predominantes en el país —.
[4] Serrano, quien se declaraba asiduo del ocultismo y el misticismo, creía que era posible crear una conexión trascendental entre los Himalayas y los Andes, razón por la cual tomó contacto con los budistas durante su estadía en Asia, describiendo estas experiencias en su crónica de viaje La Serpiente del Paraíso.
[6] Posteriormente el dalái lama realizó otras visitas a Chile, donde se reunió con académicos y líderes espirituales chilenos a fin de establecer diálogos interreligiosos, además de dictar charlas y conferencias para simpatizantes del budismo.
[8] Francisco Varela fue un científico chileno, cofundador del Mind and Life Institute en 1990, una organización dedicada a difundir la ciencia desde una perspectiva budista.