Su madre, Nicolasa Gómez Antón, maestra nacional, asimismo natural de Hacinas, inició su vida docente en 1911, ejerciendo en Valladolid y Santander.
Es probable que la madre dejara la docencia para atender a las responsabilidades familiares, pues tuvieron tres hijos: Mª Victoria, Ventura y Araceli.
Como maestra interina, Nicolasa estuvo en distintas localidades: Quintanilla Cabrera (1932), Las Vegas (1932-1933), Moncalvillo (1933-1934), Arlanzón (1935-36), Gete (1937) y Mamolar (1937-1941).
Siguiendo su ideal apostólico, solicitó como primer destino Bélgica, donde existía un fuerte movimiento campesino, ya que su vocación era el mundo rural; allí estuvo durante un año.
Estando en «la Pilarica», como se conoce popularmente a esta parroquia vallisoletana, adquiere el compromiso social de dar soporte y cobijo a manifestaciones y reuniones clandestinas habidas en su barrio, lo que le valieron problemas con las fuerzas de orden público.
Al año siguiente (1969), en la parroquia del Pilar se lanzaron folletos en apoyo de Comisiones Obreras, organización sindical creada por entonces; a los pocos días la policía incautaba al padre Buenaventura Alonso la multicopista donde se habían impreso las cuatro mil octavillas repartidas.
En una entrevista para la revista local Amigos de Hacinas se le describe como hombre «sencillo y comprometido» (1994):
La asociación vecinal constituyó un hito en la historia del barrio, su creación data de 1972 y fue impulsada por la Iglesia:
El alcalde le secundó y a los pocos meses las calles de barrio se asfaltaron.