Cuando los coleópteros alcanzan la madurez sexual son atraídos por árboles debilitados o madera recién cortada, donde las hembras depositan los huevos y transmiten el nematodo que penetra en la madera donde se alimenta de los hongos de la misma, fase conocida como propagativa o micófaga.
Tras un tiempo relativamente corto (de 1 a 3 meses) la copa presenta acículas amarillentas con una disposición similar a un plumero lacio, observándose una apreciable pérdida de follaje, hasta que finalmente el árbol muere.
Luego se extendió la otros países asiáticos como China, Taiwán y Corea causando también importantes daños.
En 1999 se detectó su presencia por primera vez en Europa, concretamente en Setúbal (Portugal).
A partir de 2008 el parásito entró episódicamente en España, habiéndose detectado focos en Extremadura, Galicia, Castilla y León.