Es fácilmente soluble en agua, metanol, etanol, acetona, y ácido acético.
La metil vinil cetona ha sido producida industrialmente por condensación de la acetona y el formaldehído.
Su capacidad alquilante es tanto la causa de su alta toxicidad como la característica que lo hace un intermedio útil en síntesis orgánica.
La inhalación origina tos y dificultad para respirar, incluso a bajas concentraciones.
Además fácilmente provoca irritación en la piel, en los ojos o en las membranas mucosas.