Sus pequeños frutos son más largos que anchos, estrechamente oblongos, con semillas elipsoidales.
Es una especie resistente al viento, compacta, abundante, y muy cultivada en los pequeños jardines frente a las viviendas de la zona donde habita.
[3][4][5] La población correspondiente al taxón hoy conocido como Butia catarinensis tuvo una compleja historia taxonómica.
[6][7] Bajo esta forma se incluía a lo que luego sería denominado Butia catarinensis.
En ese mismo año Lorenzi y otros publicaron el nombre de Butia odorata (Barb.Rodr.)
Noblick y Pirani, pero carecían de una referencia basionímica adecuada, por lo cual la transferencia fracasó.
[12] En el año 2009 los botánicos Larry Ronald Noblick y Harry Lorenzi describen formalmente a Butia catarinensis, separándola de la población más austral.
Noblick, la que pasó a ser considerada como la final, legal y oficial de Cocos odorata Barb.