Tal como lo conocemos, se remonta a la segunda mitad del siglo xi.
En palabras del arqueólogo español Manuel Gómez-Moreno se trata de una "[…] pieza excepcional, única más bien".
Este metal está trabajado con gran delicadeza en filigranas que forman dibujos, arquillos, espirales y pequeños caracoles.
[2] Para hacer esta pieza más accesible a todos los visitantes, en 2017 se abordó un proyecto de digitalización 3D, modelado y visualización tridimensional.
[3] Según algunos historiadores, fueron localizados en la Biblioteca Nacional de El Cairo unos documentos medievales que apoyan esta teoría.
[4] Supuestamente, un texto traducido decía que la copa venerada por los cristianos por haber pertenecido al Mesías había sido enviada al sultán de Denia, Ali ibn Muyahid ad-Danii.