En Aragón, doce cántaros de vino eran un alquez; cada cántaro eran ocho jarros; el jarro, dos cuartillos, y el cuartillo, cuatro copas.
[1] En Castilla, el moyo eran 16 cántaras o arrobas de vino; la cántara o arroba, 8 azumbres; la azumbre, 4 cuartillos; y el cuartillo, 4 copas; estas mismas medidas se usaban en Almería, Huelva y Jaén.
[2] En las provincias catalanas, Lérida usaba el cántaro como medida equivalente a 12 porrones; el porrón son 4 cuartillos o patricones.
En Valencia y Castellón de la Plana, un cántaro equivalía a 16 cuartillos (llamados michetas en Alicante).
En Galicia: La Coruña, una cántara, 8 azumbres y media; la azumbre, 4 cuartillos; el cuartillo, 4 copas (para el aguardiente, se usaba una cántara algo mayor; y en Orense, como en Castilla, se partía del moyo: 8 cántaras u ollas; la olla, 9 azumbres; la azumbre, 4 cuartillos; el cuartillo, 4 copas.