Cáparra

Formó parte del Convento Emeritense, en la provincia de la Lusitania, cuya capital política era Augusta Emerita.

La ciudad fue más pequeña, pero no menos importante que otras ciudades romanas de la península ibérica, ya que los geógrafos antiguos citaban la ciudad, encontrándose entre los principales núcleos urbanos entre el río Tajo y la sierra de Gredos, junto con Caurium (Coria), Augustóbriga (Talavera la Vieja) y Egitania (Idanha-a-Velha).

Se le conocen otros nombres, como Capara, Cappara, Capera o Kapasa.

[6]​ Ptolomeo la menciona como Kapasa formando parte del territorio de los vettones, pero otros historiadores lo hacen dentro del lusitano, por lo que se puede concluir que la ciudad estaba en el límite entre ambos pueblos.

Los romanos concedieron inicialmente a Cáparra el estatus de ciudad estipendiaria.

Sus habitantes, al adquirir la ciudadanía romana por desempeñar magistraturas, quedaban adscritos a la tribu Quirina.

[7]​ Durante la Alta Edad Media, la ciudad empieza a despoblarse, acentuándose el abandono a partir de la invasión musulmana, y posteriormente no existen datos de que fuera repoblada una vez que el territorio fue conquistado por los reinos cristianos.

Entre la época romana y el siglo XII prácticamente no existe información.

Las restantes menciones surgirán a partir del siglo XII y serán cada vez más frecuentes a medida que nos aproximemos al siglo XIX con valoraciones acerca de su estado y explicaciones sobre su despoblación.

Las primeras excavaciones del yacimiento se realizaron dos campañas durante las que se descubrieron los restos del llamado templo de Júpiter, por la inscripción allí encontrada, y tres necrópolis.

A él daban fachada los principales edificios y las viviendas más lujosas.

Podríamos decir que la ciudad se encuentra en un pequeño promontorio o acrópolis, y una ladera.

[10]​ Se da a entender que este Fidius Macer fue la persona que mandó erigir el arco cumpliendo de este modo el testamento de sus padres.

No sería de extrañar que, por sus dimensiones, en los pedestales del norte se encaramaran retratos ecuestres, al menos así lo presenta García Bellido en la reconstrucción ideal del arco.

Los baños propiamente dichos están situados en el centro de la construcción, diferenciado tanto a un lado como al otro por dependencias anexas y que comprenden en su totalidad el conjunto termal.

Ciudad romana de Cáparra
Vista general del yacimiento. Al fondo, el célebre arco cuadrifronte
Vista de las termas públicas de Cáparra desde la vía Decumana, con el arco cuadrifronte al fondo