Esta fuerte asociación ha dado al libro el estatus de reliquia por contacto.
La fuente más antigua considerada como prueba de una conexión entre el códice del siglo VIII y Bonifacio está en una vita del santo escrita en el siglo X en Utrecht, y que afirma que Bonifacio sostuvo un evangelio sobre su cabeza para protegerse.
[8] Además, contiene correcciones del siglo VIII y glosas de mano anglosajona.
[9] El códice contiene 14 textos relativos a la exégesis, la apología y los dogmas católicos.
En la mañana del 5 de junio de 754, Bonifacio, que había acampado en la campiña con 50 o más compañeros, estaba preparándose para aceptar los nuevos conversos, cuando el campamento fue invadido por bandidos paganos que mataron a todos los misioneros y destruyeron sus posesiones.
[12] La primera crónica que incluye este detalle es la llamada Vita altera Bonifatii, escrita en Utrecht (el asentamiento franco/cristiano más cercano a Frisia) y del cual se conserva una revisión atribuida al obispo Radbodo, quien ocupó la sede diocesana de Utrecht en el periodo 900–917.
[14] Según Von Padberg, los Codices Bonifatiani debieron haber permanecido en Utrecht y sido trasladados a Fulda en 825, ya que de no haber sido así la tradición de Utrecht los habría identificado con más claridad.
Aun así, es posible que fuera uno de los libros reencontrados más tarde en Frisia y traídos de vuelta a Utrecht, desde donde se desplazaron Rin arriba hasta Maguncia y luego Fulda.