Cónclave de 1667

El cónclave papal de 1667 fue llevado a cabo para elegir al sucesor del difunto Papa Alejandro VII, dando lugar a la elección del cardenal Giulio Rospigliosi, que tomó el nombre de Clemente IX.

Ellos pensaron que Rospigliosi, como exnuncio en Madrid, también sería bueno para los intereses de España.

A diferencia de Francia, España tenía sus intereses colocados en las manos del incompetente embajador Marquis Astorga.

Mientras tanto el cardenal Retz, y sus dos colegas italianos d'Este y Grimaldi, realizaron sugerencias al líder del partido español, Ernst Adalbert von Harrach, la designación de Rospigliosi.

Seis días después fue coronado solemnemente en la escalinata de la basílica vaticana por el cardenal protodiácono Rinaldo d'Este.