Cónclave de enero de 1276

De acuerdo a Ubi periculum, los cardenales iban a ser recluidos en un área cerrada, que no tuviera siquiera alguna habitación separada.

Además, ningún cardenal se le permitía el acompañamiento de más de un servidor, a menos que el prelado se encontrara enfermo.

La comida se suministraba por una ventana: después del tercer día de reunión, los cardenales recibirían solamente un plato al día, después del quinto día, solo recibirían pan y agua.

Aunque en varias ocasiones anteriores cuándo se debía llevar a cabo la elección de un nuevo papa se había hecho en circunstancias similares a las descritas por Ubi periculum, por primera vez esta se haría formalmente bajo la ley de la Iglesia.

Por esta razón, el cónclave papal de enero de 1276 se puede considerar el primer cónclave papal en la historia en el sentido estrictamente jurídico de esta palabra.