En el año 1000 nacía en Cañas Santo Domingo de Silos.
[4] Aldonza, ya viuda, donó bienes cuantiosos a la comunidad recién asentada, a la que pronto se uniría su nieta, Urraca Díaz de Haro, cuarta abadesa que murió en olor de santidad en 1262, figurando en el menologio cisterciense como Beata.
Los caminos entre pueblos se conservaban en mediano estado y no había industria ni comercio.
Destaca entre los hijos ilustres de Cañas, Santo Domingo de Silos, nacido en el año 1000 y muerto en Silos setenta y tres años después.
Más tarde, tras vivir como eremita, un año en soledad, ingresó en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, del que pronto sería nombrado prior.
Empeñado en su restauración, logró la maravilla románica de su claustro y el afianzamiento de una comunidad cuya ciencia y aliento espiritual forjarían una parte nada desdeñable del patrimonio cultural castellano.