El nombre evoca la figura legendaria de un caballo verde que los moriscos esperaron en vano, ante el enfrentamiento contra el ejército de Felipe III.
No obstante, cabe destacar que el famoso castillo que supuestamente se había emplazado en la cima de este monte no era más que una leyenda debido a una confusión local que también adoptaron los cronistas de la época y algunos historiadores modernos.
Como resultado de aquel combate, el ejército de Felipe III masacró a miles de moriscos y el resto se refugió en los escarpados riscos del Cavall Verd, cima cuyo nombre evoca precisamente la figura legendaria de un caballo verde que esperaron en vano para que los salvara.
Allí resistieron unos pocos días sin agua ni alimento hasta su capitulación final.
Se perdió dos tercios de su población: desde los puertos de Denia y Jávea partieron unos 42 000 moriscos rumbo a Orán en un exilio forzoso.