El Waler se convirtió en un caballo resistente que podía hacer frente a la escasez de forraje y agua potable.
Los vaqueros australianos valoraban la gran resistencia y el coraje del Waler.
Los Waler son unos caballos poco exigentes, robustos e insensibles a las condiciones climáticas adversas.
Con el tiempo, se empezaron a cruzar caballos poni para mejorar la maniobrabilidad del Waler.
En la década de 1970, el caballo Waler casi había sido olvidado.