Cabanillas (Navarra)

Consta que Alfonso I el Batallador concedió a sus pobladores el fuero de Cornago hacia 1127 habiendo solamente otras dos localidades navarras (ya desaparecidas) las que recibieran igulamente el mismo fuero: Araciel (1128) y Encisa (1129).

Probablemente ya existió algún asentamiento con anterioridad a esta concesión, con gentes dedicadas a la explotación ganadera y al cultivo de las tierras más fértiles del entorno.

Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 350 habitantes.

El municipio se dedica principalmente al cultivo de maíz y hortalizas, entre las que destacan el tomate, alcachofas, el guisante verde, la coliflor y el bróculi.

Folclore navarro-aragonés así como expresiones a la hora de hablar descendientes del antiguo romance navarro-aragonés y del que hoy queda la fabla aragonesa en la provincia de Huesca.

La portada románica, que se desplazó a comienzos de este siglo desde los pies al extremo del lado de la epístola, presenta los capiteles decorados con motivos vegetales y anomalísticos.

En Cabanillas existen varias asociaciones dedicadas al fomento del deporte: En la región existen varias empresas dedicadas al deporte de aventura, y en Cabanillas existe una gran oferta de casas rurales que permiten la práctica de estos deportes con una mayor comodidad.

Iglesia de la Asunción
Frontón de Cabanillas