Se trata de una meseta alargada en sentido noreste-suroeste, con una cota máxima de 810 metros sobre el nivel del mar y presenta en todas direcciones pendientes abruptas.
La meseta se sitúa centralmente en la cuenca de este río.
Todas estas elevaciones presentan características similares en cuanto a estructura geológica y relieve al resto del subbético jiennense.
Junto al río, los depósitos erosivos más recientes permiten el desarrollo de suelos fértiles, donde hoy se desarrollan cultivos de huerta, aprovechando las posibilidades que ofrece el regadío.
Los resultados mostraron la presencia de edificaciones de planta rectangular con paredes construidas con aparejo irregular, revocadas y estucadas en rojo, o bien encaladas.