Cabo Blanco (Santa Cruz)

Cabo Blanco es un paraje del departamento Deseado en la provincia de Santa Cruz en la República Argentina.

Aunque hoy esta casi deshabitado, a principios del siglo pasado se constituyó como un importante poblado que incluso compitió con Puerto Deseado como puerto más importante de esta zona.

[1]​ Cuando en 1902 se inauguró la oficina del correo esta fue nombrado Puerto Cabo Blanco.

[4]​ Se estima que en 1422 aproximadamente llegó una expedición china, del almirante Zheng He, a estas costas.

Para complementar los objetivos estratégicos, se anunció la instalación de un faro y un semáforo por su significativa ubicación geográfica.

Desde hacía tiempo eran conocidas las salinas existentes en la zona, cuya explotación comercial la inició Sebastián Gaibisso con sus socios en 1902, y poco después se hizo cargo la "Companía de las Grandes Salinas", perteneciente a Lucio Parmeggiani y Cía.

El ramal se dedicó actividades de cargas industriales poseía una terminal en la salina y un embarcadero en Cabo Blanco.

La producción fue muy importante, según informes de la época se llegó a cargar hasta 3.000 ton.

El impulso de la industria hizo crecer al pueblo Cabo Blanco.

No obstante, al estar culminado el Ferrocarril Puerto Deseado a Colonia Las Heras la competencia se hizo más dura por la traza elegida, motivo de críticas porque los primeros 200 kilómetros.

[10]​ En 1915 el pequeño ferrocarril tuvo su mayor trabajo al colaborar con la construcción del Faro Cabo Blanco.

Siendo crucial para el desembarco su muelle y transporte de los materiales hasta el pie del morro donde se erigiría la estructura.

Además, los galpones de la compañía fueron prestados para guardar los materiales para la obra del faro y posterior utilización.

[11]​ La gran obra que fue terminada 2 años después[12]​ y se terminó trasladando: 110.000 ladrillos de forma trapezoidal para la torre del faro, 86.900 ladrillos comunes para la casa y 40.000 kilos de cemento porlant.

Recién en septiembre de 1958 el agrimensor Roberto Sahade hizo la mensura delimitando sus terrenos con los del faro y la salina.

[15]​Precisamente, su primer asentamiento fue el correo que comenzó casi en simultáneo con la explotación den la salina.

Años después, sería conocido como Facón Grande y tendría papel destacado en los hechos de la Patagonia rebelde.

Luego de clausurada la oficina de correo, la Armada Argentina solicitó autorización al Correo para ocupar los edificios y dar alojamiento a una familia del personal del faro.

Una vez abandonados los edificios se intentó darles otros destinos, pero no prosperó ni siquiera que sean oficinas del encargado de la Reserva Natural o un pequeño museo, Desde abril de 2003 las pocas edificaciones ya se veían depredadas por falta de puertas, ventanas y destrozos en su interior.

Actualmente, quedan pocos vestigios del poblado como dos viviendas que pertenecieron al correo, la casa de Olivera y su cementerio que fue restaurado por los serenos del faro en años recientes.

En tanto, la población que vive en la zona rural adyacente aun se dedican a la ganadería ovina; estos ejemplares vagan por inmediaciones donde estuvo el pueblo.

Sin embargo, sobre el peñón no hay agua potable, tendido eléctrico, señal de celular, igual que hace medio milenio, cuando lo avistó el navegante portugués Hernando de Magallanes, el adelantado.

Su singular geografía hace la ilusión que el golfo San Jorge con su silueta parece darle un rodillazo al océano Atlántico y quedar en línea recta a sólo 535 kilómetros de las islas Malvinas.

[21]​ Pese a los años de abandono y olvido el potencial del área para producción de sal no se olvido y en 2010 recayó una propuesta concreta para darle valor a este yacimiento.

Como resultante de estas tres variables, se desprendía un producto más, como es el cloro.

El proyecto parecía imparable ya que se sumaba la Ley de Promoción Industrial en vigencia.

Por último, del material rodante solo sobrevive un vagón volcador intacto y algunos restos de otros diseminados por el lugar.

En 2013 lo que fue el poblado vivió una pequeña refundación cuando se constituyó en la base el Club Cabo Blanco Pesca y Rugby Club, una iniciativa para recordar a los antiguos habitantes del lugar y soñar con el regreso de los descendientes.

En el lugar existen dos edificaciones que estaban totalmente dañadas por vandalismos y pudieron ser restauradas.

El faro siempre fue es símbolo de confín, al punto que aparece bajo el compás de un capitán aventurero en la película La ballena, sobre los hechos que inspiraron la novela Moby Dick.

Casas Correo de Cabo Blanco a principio del siglo pasado.
El jefe del correo y el del faro de Cabo Blanco con sus respectivas Familias.
Fotografía del Faro de Cabo Blanco tomada desde un buque.
Familia y casa de Cabo Blanco
Retrato de Familiar en Cabo Blanco
Antiguos pobladores en las escaleras del faro
. Los galpones pertenecían a la Empresa Grande Salinas.
Fotografía tomada desde el faro de Cabo Blanco que muestra los primeros pobladores con sus respectivos hogares.