El sitio ha sido escenario de varios encuentros piratas y naufragios.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) varios barcos fueron hundidos cerca del cabo.
Hay un hotel para investigadores y ecoturistas o buceadores.
[1] Está cubierto de bosque denso y rocas dentadas.
[6] Los barcos españoles habían sido enviados desde Santo Domingo a La Habana llevando objetos de valor que incluían piedras preciosas y pieles.