Durante años la receta y elaboración de estos dulces fue pasando de generación en generación sin que se les conociera con ningún nombre concreto.
[3] En 1923, siendo maestro pastelero Benjamín Monrabal, se celebraron las nupcias del "Tío Cachapot", vecino de Paterna y amigo de la familia Monrabal, quien ofreció estos dulces en su banquete.
Gustaron tanto estos pasteles que pronto se les denominaría cachaps en honor al "Tío Cachapot", siendo este el nombre con el que se los conoce hoy en día.
[3] Estos pasteles se han elaborado siempre, hasta nuestros días, en el mismo horno, siguiendo un riguroso procedimiento que no ha variado con el tiempo, manteniendo así la esencia y particularidad de su sabor.
Tanto es así que el Horno del Rosario patentó la receta, de modo que los cachaps únicamente pueden encontrarse en este horno, en Paterna.