Café de Marco

En 1801, en Buenos Aires, en la esquina de las calles Alsina y Bolívar, Pedro José Marco, inauguró su café.

El establecimiento contaba con servicio de confitería y botillería y, según rezaba un cartel ubicado en su entrada, también contaba con villares, con v, según se escribía en la época para referirse al billar.

José Antonio Gordon, socio en otros negocios de Marco, presentó dos rogatorias a Liniers para reabrir el local y ambas fueron denegadas.

Sobre el nombre que recibió el café, a lo largo de la historia, ha habido diferentes versiones.

Pedro José Marco, también era socio de Antonio F. Gómez, quien atendía otro café que ambos tenían en sociedad por la misma época.