Está rodeado por varios pueblos pequeños que están invadiendo su gran perímetro, sin defensa a pesar de su protección estatal.
[4] [3] El yacimiento está dividido en varios sectores, a los que se ha dado el nombre de los investigadores que lo han estudiado: Pedro Villar Córdova, Julio César Tello, Carlos Pellegrino Sestieri, Jorge C. Muelle, Alfred Kroeber y Raoul d'Harcourt.
[1] Se han encontrado restos de cerámicas que corresponden a las fases 7, 8 y 9, del periodo Lima Tardío.
[8] Durante algún tiempo, diversos estudiosos como Luis Lumbreras, Alberto Bueno Mendoza y Dorothy Menzel teorizaron que Cajamarquilla pudo haber sido un centro administrativo del imperio Wari, cuya expansión en el mundo panandino ocurrió durante el Horizonte Medio (600 a 1000 d. C.).
[9] Pero estudios posteriores llevados a cabo por otros arqueólogos, entre ellos José Joaquín Narváez Luna, han determinado que a partir de la época 2 del Horizonte Medio, Cajamarquilla fue prácticamente abandonada, aunque la pirámide Tello fue usada en parte como cementerio.
Se cree que un aluvión o huayco pudo haber ocasionado el abandono del sitio.
[12] Era un centro comercial multiétnico, con predominancia de los yschmas y los chacllas, que dominaban la zona.
[1] Un estudio a fondo de la arquitectura fue realizado por Pedro Villar Córdova, y en 1938, Alberto Giesecke es comisionado por el gobierno para limpiar la zona.
[12] Desde 1996, existe el Proyecto Cajamarquilla, que hasta el momento han publicado estudios sobre los sectores Tello y Sestieri.
[1] En el lugar han trabajado los arqueólogos Juan Domingo Mogrovejo Rosales, Rafael Segura Llanos y José Joaquín Narváez Luna.