El más grande, Miquel Calendura, golpea en las horas punta y el otro, Vicent Calendureta, los cuartos.
En el año 1759 se le añadieron dos autómatas que, desde aquel momento, fueron los encargados de golpear cada uno su campana.
Los autómatas adquirieron el estilo de los jacquemarts franceses, en los que un personaje tallado en madera o metal daban las horas golpeando una campana con una maza.
- Obra Maestra Patrimonio de la Humanidad a la que le sigue Calendura con sus 12 o 6 toques.
Con movimiento de torso hacia atrás y adelante golpea con su maza la campana dando las horas, que se repite a los 2 minutos.
El movimiento es el mismo, aunque en la actualidad no lo hace para evitar se deteriore más y pueda perderse hasta posible restauración.