En 1908 obtuvo el Premio de Roma, por el que había competido en tres ocasiones.
Durante su estancia en Roma, Crenier había producido dos obras importantes , la Jacquerie, y un Pastor (Berger), figura que fue esbozada en mármol .
En 1913 realizó la estatua al Mariscal Mortier en el pabellón de Marsan[3] Después de su muerte, encontraron en su estudio un proyecto para el monumento a Gambetta en el distrito XX de París y una propuesta para el monumento conmemorativo al matemático a François Viète, obra que fue inaugurada en Fontenay-le-Comte[4] Camille Crenier, fue cabo en el tercer Batallón de infantería, cayó en Notre Dame-de-Lorette, durante la Primera Guerra Mundial.
Entre las obras que reflejan su personalidad, citamos: La tristeza y una llamada a la humanidad contra el alcoholismo.
Entre las mejores y más conocidas obras de Camille Henri Crenier se incluyen las siguientes: