Mientras la melodía transcurre, sus versos cuentan una historia, pues las campanas son un símbolo especial de la iglesia, ya que su sonido se relaciona con la divinidad y las creencias supersticiosas.
Inicialmente, se anuncia el alumbramiento y con una metáfora expresa la alegría con el sonido de campanas.
Luego, se narra la "celebración por el parto de la Virgen María", ya que los pastores van a Belén a llevar "requesón, manteca y vino".
Le llevo al niño que nace Como Dios mi corazón
Voy a llevar al portal Requesón, manteca y vino