El trofeo se jugó a partido único realizado en el Estadio Olímpico Universitariode la Ciudad de México.
El cuadro crema afrontó el reto de forma bastante optimista, incluso el técnico Scopelli aseguraba que el equipo se encontraba en óptimas condiciones y sólo un milagro le permitiría al Guadalajara ganar el encuentro.
El Guadalajara salió al campo con su mejor plantel, incorporando a los cinco jugadores que se habían concentrado con la selección,[4] de igual manera el América dispuso de sus mejores hombres para afrontar el encuentro.
Después de las reclamaciones por parte de los cremas, Héctor Hernández empieza a discutir con Ibarreche, después con Mendoza y finalmente con Antonio Jasso quien le da un cabezazo, a lo que Hernández contesta con una patada, el defensa del Guadalajara Guillermo Sepúlveda recibe otro cabezazo del "Güero" Jasso, a lo que el "Tigre" respondió con una patada.
[5] Ya con 9 y 10 hombres por equipo respectivamente, el partido bajo un poco de intensidad, el Guadalajara parecía querer mantener el empate por lo menos hasta que llegara el medio tiempo, mientras que el América no podía generar alguna jugada de peligro.