Era, al fin, el torneo de la reunificación, tras el cisma del ajedrez provocado por Gari Kaspárov en 1993.
Por fin el campeón del mundo de ajedrez se iba a decidir en un torneo clásico, con 12 partidas, un ritmo de juego adecuado y dos grandes contendientes: Vladímir Krámnik y Veselin Topálov.
Hubo de todo, partidas espectaculares, grandes errores y polémica extra ajedrecista.
Se apuntaba el primer punto y daba un golpe psicológico muy fuerte a Topalov.
En la jugada 29 Topalov se deja comer la dama, cosa que Krámnik no hace ante el mate inminente.
Los foros en los que se retransmite la partida están entusiasmados ante la violencia del ataque de Topalov.
Después de 32.... Ag7 no puede ganar, Topalov se hunde y termina perdiendo la partida.
El día 26 de septiembre se jugó la tercera partida (Krámnik ½ -½ Topalov).
Topalov lo intenta todo para ganar, pero Krámnik se defiende magistralmente y en cuanto puede entrar en una línea de tablas no lo duda y logra milagrosamente empatar por jaque continuo (con menos de un minuto en su reloj).
El día 27 de septiembre se jugó la cuarta partida (Topalov ½ -½ Krámnik).
El día 28, Topalov anuncia que abandonará el torneo si no se aclaran las sospechas.
El Comité de Apelaciones da la razón a Topalov y determinan que en adelante se use un solo servicio para ambos jugadores.
Pero en el contrato del torneo se especifica que cada jugador tendrá un servicio privado, y Krámnik no acepta la medida por considerarla parcial.
El repertorio de acusaciones en los torneos mundiales es infinito: corbatas chillonas, bostezos a destiempo, brujos y parapsicólogos, acusaciones de pasar información en los yogures, etc., se encuentran en todos los torneos importantes.
Hay que tratar de imponer la voluntad al rival no solo en el tablero, sino en cualquier aspecto del torneo.
Krámnik exige la destitución del Comité de Apelaciones por haber sido parcial, y no acepta la derrota en la quinta partida; que puede parecer injusta pero es legal.
Desde Moscú Iliumzhínov pide un poco de cordura, y sale rápidamente para Elista.
El día 4 de octubre se juega la séptima partida (Topalov ½ -½ Krámnik), la primera de la segunda ronda en la que se cambian los colores, y Topalov vuelve a jugar con blancas.
El día 5 de octubre se juega la octava partida (Krámnik 0-1 Topalov) y salta la sorpresa.
Los dos caballos colocados en el centro son mucho mejores que la torre, y Krámnik debe entregar el rey en la jugada 52 ante una red de mate inevitable.
Cuando todo el mundo creía que Topalov no ganaría ninguna partida logra empatar el encuentro, eso sí, con la espada de Damocles de la quinta partida permanentemente sobrevolando el encuentro.
Pero en la jugada 24 (24.... f6) Topalov se deja dar un doble de caballo (25.Cd7) que le cuesta un peón y la partida.
El día 10 de octubre se juega la undécima partida (Topalov ½ -½ Krámnik).
El día 12 de octubre se juega la duodécima y última partida (Krámnik ½ -½ Topalov).
El desempate se juega el día 13 de octubre, a un ritmo mucho más rápido que el resto del torneo.
La segunda partida (Krámnik 1-0 Topalov) es una defensa antimerano del Gambito de dama.
La tercera partida (Topalov 1-0 Krámnik) es una defensa eslava del Gambito de dama trepidante.
La cuarta partida (Krámnik 1-0 Topalov) entra en la variante Merano del Gambito de dama.
El Campeonato Mundial de Ajedrez 2006 pasó a la Historia del ajedrez tanto por ser el campeonato que puso fin al cisma del ajedrez, como por su polémica, como por el gran juego demostrado, como lo demuestra las pocas tablas a las que se llegaron, y todas ellas tablas tras un gran juego.