El campeonato había captado la atención de muchos seguidores del rodeo chileno ya que se esperaba un gran espectáculo en la medialuna andina por parte de los corredores y del desempeño de los animales: habían traído novillos desde la Ciudad de Mendoza, animales mucho más corredores.
Los ganadores de ese rodeo fueron Alberto Montt y Mario Molina, quienes se habían inscrito en el rodeo local solo para "calentar" los caballos para la tarde.
Una vez comenzado el Campeonato Nacional la collera ganadora del rodeo local comenzó de gran forma.
Eso sí, a Molina y Montt la competencia ni les iba ni venía: los mancos eran montados por ellos mismos.
Los fanáticos del rodeo hasta ahora consideran el un dos de Molina y Montt como uno de los grandes hitos de la historia este deporte, que también fue igualado por Hugo Cardemil y Guillermo Barra, en el Campeonato Nacional de Rodeo de 1986, con "Salteador III" y "Pensamiento" y "Reservado" y "Curanto".