El campilán (castellanización del tagalo kampilan o kampilang, "espada") es un sable recto utilizado por los nativos del archipiélago de las Filipinas, desde sus tiempos antiguos hasta después del período hispánico.
Destaca por su distintiva forma, dotada de una hoja recta y angulosa en anchura ascendente hacia la punta, a veces dotada de una espina en el reverso de ésta, y una empuñadura bifurcada.
"Kampilan" es un término genérico que significa espada en tagalo, ilocano y bisayo.
[1][2][3] En idioma pampango se le conoce como "talibong", en maranao "kifing", en iranun "parang kampilan",[4] y en tboli "tok" y "kafilan".
[5] El campilán es descrito por primera vez por el cronista Francisco Combés en 1667.