Algunas personas que aseguraron ser sobrevivientes del campo han narrado que en ese lugar se practicaban actividades criminales como torturas, asesinatos, desmembramientos, violaciones, pedofilia y otras atrocidades supuestamente llevadas a cabo en masa por el grupo delictivo Cártel Jalisco Nueva Generación, el cual también usaba el rancho como un centro de reclutamiento para sus futuros miembros, con adiestradores expertos en el uso de armas de fuego y métodos de tortura.
[2] Anteriormente ese predio había sido señalado, incluso la Fiscalía de Jalisco detuvo a diez personas pero no concluyeron las investigaciones.
«Le puedo asegurar que más de 1,500 personas están ahí», afirmó.
Las víctimas eran obligadas a participar en la excavación de fosas, la calcinación de cuerpos y otras prácticas violentas.
«Había un tractor donde metían a las personas, sin ropa, las dejaban tres o cuatro días amarradas al sol.