Esta última tenía tres niveles y gárgolas de cañón en los ángulos.
Quedan algunos restos de la escalera, de algunos depósitos, etc. Había pertenecido a la familia Busquets, sin embargo, afectada por el Plan Parcial Montigalà-Batllòria, mixto entre residencia e industria, que no se desarrolló del todo, se hicieron los viales, dos de los cuales encierran la masía y la aíslan, quedando abandonada desde los años 70, perdiendo elementos y estabilidad.
La masía que había al lado ha desaparecido.
Estaba prevista su conversión en un centro de excelencia empresarial para emprendedores del sector de la sanidad y las energías renovables, proyecto que nunca se materializó.
En 2015 el consistorio la cedió a la Fundación Roca i Pi, como sede para su proyecto de inserción laboral para personas en riesgo de exclusión social.