Cancionero y romancero de ausencias

Fue escrito mientras se encontraba en prisión y publicado póstumamente en Buenos Aires, Argentina.

[1]​ Predomina la concisión lingüística y poética: con pocas palabras, el poeta es capaz de decir tanto como en un poema largo.

La obra recupera la esperanza tras el desastre humano que ha supuesto la guerra.

De profundo carácter autobiográfico, refleja la esperanza del poeta ante su difícil situación, una esperanza que se ve identificada con su hijo, la inocencia de la infancia y el amor.

[2]​ Resulta meritorio, y es fruto de madurez literaria, que Miguel Hernández fuera capaz de escribir lírica cancioneril sin parecerse a Lorca y Alberti, los mayores maestros del género.