El pie está protegido por una serie de tiras que lo cruzan transversalmente y se sujetan a una cinta vertical que recorre el empeine.
Entre las tiras existen espacios libres que sirven para ventilar los pies y permitir la circulación del agua.
A diferencia de otras sandalias, quedan firmemente unidas al pie por una estructura situada en su parte posterior que rodea y sujeta el tobillo.
Las cangrejeras estuvieron muy de moda en los años 80 y ahora experimentan un tímido renacimiento.
Se asemejan a las cangrejeras por la disposición de las tiras sobre el empeine, la sujeción trasera y el cierre con hebilla.