Capilla de los Dulces Nombres

En 1956 se intentó demolerla, sin embargo el plan fue detenido al ser considerada una reliquia.

En el cuerpo central se elevan dos pilastras con pedestal y capiteles de orden secundario que apoyan un entablamento sin ornamentación.

En su punto central, la portada cierra con un frontón truncado con rebajes circulares en sus extremos y con una cornisa en su perímetro.

Su interior carece de ventanas y elementos laterales.

La capilla destaca por su conjunción de varias tendencias: vernáculas por los materiales con que fue construida, toscanas por el tratamiento del imafronte, y franciscanas por lo monolítico y monocromático.